Hígado y riñón

Tiene cualidades medicinales que ayudan en el tratamiento de diversas enfermedades, especialmente por sus increíbles propiedades alcalinizantes. Es excelente para ayudar a regular la digestión, el hambre y la ansiedad, quemar grasas, estabilizar los niveles de glucosa en sangre, colesterol, triglicéridos, artritis y trastornos renales, y es muy eficaz contra el estreñimiento.

INDICACIONES: Filtro hepatorrenal, para disfunciones generales del hígado y riñones.

COMPOSICIÓN: Hígado y Q-10.

INDICACIONES: Litiasis renal, cálculos urinarios y biliares.

COMPOSICIÓN: Caliculi Renalis, Uretra, Q-10.

NDICACIONES: Litiasis renal, cálculos urinarios y biliares.

COMPOSICIÓN: Caliculi Renalis, Uretra y Q-10.

INDICACIONES: Insuficiencia renal, urea, anuria, cólico renal, hematuria y nefritis.

COMPOSICIÓN: Riñón e Hígado y Q-10.

INDICACIONES: Hepatitis, ictericia, problemas digestivos.

COMPOSICIÓN: Hígado y Q-10.

INDICACIONES: Insuficiencia biliar, colecistitis, litiasis de vesículas biliares inactivas y dispepsia.

COMPOSICIÓN: Bilinum, Fel Tauri y Q-10.

INDICACIONES: Litiasis biliar, insuficiencia biliar, colecistitis.

COMPOSICIÓN: Cálculos Biliares, Bilis, Q-10.

INDICACIONES: Insuficiencia hepática, hepatitis cólica, colémesis, insuficiencia hepática, colemia, ictericia, ictericia. Estimula las funciones hepatobiliares. Tratamiento específico de la enfermedad hepatobiliar.

COMPOSICIÓN: Hígado, Vesícula Biliar, Sal biliar, Q-10.

La actividad antiespasmódica de los alcaloides de la chancapiedra demostró una ligera relajación muscular específica del tracto urinario y biliar, a lo que los investigadores atribuyeron facilidades para la expulsión de cálculos vesicales y renales. Sus principales usos son apoyar a los riñones, eliminar obstrucciones, erradicar cálculos, reducir espasmos, reducir inflamaciones, proteger y desintoxicar el hígado, ayudar a la digestión, reducir el azúcar en sangre y reducir la presión arterial y el colesterol.

Ayuda a estimular la síntesis de proteínas en las células del hígado y la regeneración de las células hepáticas dañadas. Inhibe la enzima lipoxigenasa que cataliza la reacción para la formación de grasas poliinsaturadas oxidadas que dañan el hígado. Como antioxidante, es 10 veces más potente que la vitamina E y aumenta los niveles de glucosa en las células del hígado. La silimarina se recomienda para el tratamiento del daño hepático debido a la toxicidad, ya que favorece las enfermedades inflamatorias crónicas del hígado y la cirrosis. La hierba contiene cromo, que es importante para la regulación de los niveles de azúcar en sangre.